A pesar de toda la modernización en los últimos años, el Tíbet se ha reservado el encanto de su pasado, como los fascinantes Gompas, los mercados antiguos, los tibetanos siempre sonrientes y amantes de la diversión y sus hermosos lagos de color turquesa. Experimente la espléndida arquitectura del Palacio Potala, que fue la residencia principal del Dalai Lama hasta 1959 o visite los monasterios y experimente de primera mano la cultura tibetana mientras se abre la puerta del monasterio y escucha la música de gongs y trompetas estridentes mezcladas con el sonido. girando constantemente ruedas de oraciones. El sonido repetitivo de mantras y cantos llena el aire dentro de los templos donde los monjes adoran a Siddhartha Gautama, el Buda.